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shakuhashi

Venecia, un sueño

Venecia, un sueño

Dos circunstancias han concurrido:

una, que a pesar de que nos conocimos el otro día, vamos a cumplir en pocos meses las Bodas de Plata.

Dos, que por ese motivo mis seis hijos han juntao para hacernos el maravilloso regalo de seis días en Venecia.

Para mi esposa y para mi Venecia era -es- un sueño.

Y esos sinverguenzas no contributivos a los que llamo hijos -algunos días les llamo de otras maneras- han conseguido que se cumpla.

Ya hace mas de una semana que nuestros cansados huesos volvieron de Italia.
Y, como suele ocurrir, estos retornos de lugares maravillosos suelen llevar emparejados leñazos inmisericordes contra la dura realidad.

Mucho trabajo retrasado, dos hijos enfermos (nada grave, otitis, gastroenteritis y admigdalitis, pero muchas horas de visitas médicas), clientes catalanes y franceses (que no se caracterizan por su paciencia) pidiéndome para antes de ayer cosas complicadas.... y algunos asuntos mas que no cuento para no cansar ni aburrir.

Tampoco quiero contar cosillas de este viaje como si fuera la boda de la Reina de Saba... no ha sido nada mas que un viaje mas de los trescientos mil millones que se realizaron esa semana, y eso sin exagerar.

Pero por las razones del principio, era extraordinariamente especial. Para nosoros lo era.

Y tengo que decir que las guías que me prestaron algunos amigos del Véneto han sido preciosas ayudas. Con las guías no viajas a ciegas. Aprecias mas la ciudad si antes has hecho los deberes y te has enterao de que Venecia está construido sobre pilotes de madera que digo yo que después de 900 años algo han debido de deteriorarse. Lo que si es un desastre inevitable es que se hunde, de a poquito, muy poquito cada año, pero se hunde.


Cienes y cienes de turistas. Se distinguía a los venecianos de los de fuera porque los italianos SIEMPRE estaban hablando por un telefonino, andando, paraos, en el vaporetto, comiendo, SIEMPRE. Y a ellas por su belleza y porque de día vestían de negro y de noche de blanco....SIEMPRE.

Hubiera sido la guinda del pastel coincidir con mi madre allí, (justo esos días pasaba en barco por allí) pero unos cientos de metros de autoridades portuarias nos impidieron acceder a la zona de embarque del Puerto de Venezia, y estando allí al mismo tiempo, que ya es casualidad, no pudimos vernos. Otra vida será.


Ahora os voy a pegar el comentario que he escrito en el blog de mi querido Jesús Beades.... si queréis puedo enrollarme mas, pero eso lo escribí na mas llegar, y tiene ese atimo de passione que a lo mejor no me saldría ahora:


No tengo costumbre de usar ese fácil recurso dialéctico de dividir el mundo en dos partes, por ejemplo los que suelen dividir el mundo en dos partes y los que no, los que aman a los perros, y los que no, los que cuidan a sus mayores, y los que no....los que aman el aria Soave Sia Il Vento, de Herr Mozart, y los que no........pero ahora debo hacer una excepción a mi propia norma, y voy a dividir el planeta Tierra entre Venecia, y el resto del Mundo. (Pensamiento que le debo a Salvador Cejudo, arquitecto y amigo).

Es imposible hacerse una idea cabal de tanta cantidad, calidad, intensidad de Belleza.
Inevitable llevar las diez mil películas, las millones de postales, pero no es eso, no es eso. Es otra cosa mas cerca del pecho, es un quedarte paralizado cuando la miras la primera vez. Es casi llorar (casi solo, sin mariconadas) cuando se despliega el Canal Grande, la calle mas bella del Orbe, cayéndose a pedazos, ajada, veterana, arcana, pletórica de sabia belleza, de otra marea del mundo, de los Días Antiguos.

Cada rincón, cada fondamenta, cada puente o puentecito, cada veneciana (y según mi señora cada veneciano) cada reflejo en los sucios canales, cada reflejo del sol rendido en solitarias ventanas, cada espera del vaporetto, cada viaje en cualquier vaporetto, los Giardini, la vista desde cincuenta metros de altura en el Campanile de San Giorgio il Maggiore, esa decrepitud, esos desconchones, esos amarillos, esas fachadas rojas violentas y almagre suave, la certeza triste de que se va a hundir, algún día, esos gondoleros sinvergonzones que pasan de sus tópicos clientes y charlan a voces de góndola a góndola, ciao Carlo, ciao Domenico, ese hablar que es cantar, esa cadencia vital lenta, pausada, ese perderse por el barrio de santa Margarita sin un alma, mientras cae el sol al final del canal, en la laguna....

Esa sensación de que no eres un turista, no en Venecia, aquí eres un Viajero...

Esa Venecia.

Esa Venecia.


8 comentarios

toi -

Un bello teatro.... el ave fénix, la Fenice, nada menos.
Cuando yo era chico, hace unos doce o trece siglos, me encantaba jugar al pañuelo.
Tardes de verano enteras. Cada varias horas pasaba un coche, y despejábamos, para volver a empezar, o cambiar a futbol, o al matar, con las pelotas gorila...
Me estoy imaginando la escena en el campo frente a la Fenice... inefable, impagable.
Un abrazo, Driver.

DRIVER -

LLANTO POR VENECIA

A finales de julio estuve en Venecia con otros 5 adultos y 6 niños.
Un grupo de 12 gritones españoles.
Mi hija de 6 años se puso a llorar a las 9 de la mañana. Tenía calor y sueño.
Paramos en la plaza que hay frente a un bello teatro.
Los niños estaban nerviosos y cansados.
Entonces se me ocurrió.
Si estás en Venecia y tienes al lado a 6 niños dando la lata, ¿qué se hace?.
Dividí al grupo de niños en dos equipos de tres.
Los situé en extremos opuestos de la plaza.
Los numeré del uno al tres.
Me situé en medio de la plaza.
Alcé mi mirada para contemplar la belleza de una fachada neoclásica.
Saqué un pañuelo de mi bolsillo y tras retroceder 500 años en la historia, usé la plaza para lo que había sido diseñada.
Jugar al pañuelo.
Los turistas nos hicieron fotos.
Los carabinieri se sonrieron.
Y yo, enmedio de toda la mitad, disfruté.
Simplemente disfruté.

Si tienes 6 años y te toca llorar una mañana, llora en Venecia.

Tal vez cuando seas adulto, el llanto por Venecia te saldrá por algún lado.

Toi -

precisamente tú, ambarino cuore, eres una de las gozosas culpables
:)

Toi -

Gracias, silvana, princesa de los bosques.

corazón de ámbar -

¡Has vuelto! Y con menudo blopg!!! ¡CHULÍSIMO!

Reailia -

Por cierto, bonita foto la elegida para el blog
¿tu no serás ese famóso fotógrafo por un casual.....?

Reailia -

Bueno, pués ahora que ya has dividido el planeta tierra entre Venecia y el resto del mundo puedes seguir viajando (Bélgica tampoco estaría mal y seguro que encuentras razones de aquí a navidades) y descubrir en cuantos trocitos más vas a poder dividir el planeta.
Y este blog no lo cierres, porfa, ya que dadas las circunstancias yo he empezado a dividir los amigos entre los que tienen blog y los que no y a ti no puedo estar cambiándote todo el tiempo de grupo, que me lio.
Espero que tu blog también cumpla las bodas de plata.

Casta Niebla -

Valiosos "sinvergüenzas no contributivos" son los que tenés!!!!!
Felicidades para vos tu familia.