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shakuhashi

Laberintos

Laberintos

Desde chico me gustan algunas cosas que solía llamar antiguas.

A lo mejor las llamaba entonces así porque me sonaban a charlas de noches de verano de mis abuelos, o de mis tíos, o porque las vi por primera vez en libros ya entonces viejos, o simplemente porque a nadie más, de mi entorno, de mi edad, les solía interesar esos temas, y a mi me parecerían cosas de otros tiempos. Algunas andando los años me siguen gustando, interesando, aunque sea un poquitito.

En realidad son tonterías, pero me encantan los faros, las máquinas de movimiento perpétuo (los intentos de máquina de movimiento perpétuo), los juguetes antiguos -de madera- con trucos, los mueblecitos de escritorio, sobre todo con cajoncitos, las plumas estilográficas, las máquinas de Rube Goldberg, de las que he hablado aquí hace poco, las pajareras grandes, de jardín, con pocos pájaros, y especialmente, los laberintos.

No entiendo muy bien esa fascinación por los laberintos.

Me encantan. Sale uno en la película La Huella, de Mankiewicz, con Lawrence Olivier y Michael Caine, tan jóvenes, y Jim Henson hizo una película fabulosa llamada precisamente así, Labyrinth, con un David Bowie desmelenado y procaz.

Y el sublime Borges los desmenuza, los desarrolla, los hace vida.

Podríamos buscar las causas, los vericuetos de locura que hacen quedarme ratos largos perdido en una foto de un laberinto, de esos de setos ingleses llenos de falsas salidas, de puertas escondidas, llenos de mentiras y de esperanzas, y podríamos elucubrar sobre la rotundidad del acto libre, de la elección exacta de un camino o de otro, de las consecuencias de esas decisiones.

Pero no hoy.

Yo solo quiero mirarlos, y perderme, y seguir dentro del laberinto, disfrutando de su sombra, saboreando sus posibilidades, sin querer, todavía, encontrar la salida.

19 comentarios

Casta Niebla -

Exacto Toi, pegar una mano e ir caminando... sin despegarla. ejeje

toi -

Peeble,lo de volver de espaldas pisando en las huellas... es siempre un buen consejo.

Decia Casta que hay un truco para salir siempre de un laberinto, Yo había oido lo de girar siempre a la derecha, pero eso algunas veces falla, sobre todo si te encuentras con una isla exenta.
Lo que seguro que no falla y encuentras la salida es si pegas la mano derecha (o la zurda) a la pared, y no la sueltas. Al ser una figura cerrada, vas dibujando el perímetro interior con la mano y cuando vas a pasar al perímetro exterior pues ya está, has salido.

Pero este truco que lo siga quien quiera salir. Yo me quedo dentro.

Peeble -

los laberintos, las espirales, los mandalas, los fractales nos atraen, son arquetípicos, porque es geometría sagrada, es orden, que nos hace sentir armonía, versus tanto caos exterior.
"El Resplandor", aparte de ser la peli con la que he pasado más miedo(con aquella de la Matanza de Texas, la de la serradora, que horror!!) me enseñó que a veces hay que salir de los embrollos pisando nuestras propias huellas hacia atrás. Porque nos metemos en cada jardín....
Precioso poema, nena...
Precioso tema Toi
xxx

Mon -

Gracias a ti. Siempre.
;)

toi -

Quñe denso poema nos traes, Mon, y que bello.
Gracias.
Con Borges hay que morir.

toi -

mi querido yerno Tom, el gaditano, es un especialista enamorado de los fractales.

Debería ilustrarnos sobre el tema.

Bastet -

Me encanta la simbología que encierran los laberintos. Yo a decir verdad -debe ser tara de nacimiento- jamás he conseguido encontrar un cierto orden, sino es a través de un gran caos. Y, la verdad, desde que dejé de pelearme con ello hace ya algún tiempo, lo disfruto mucho.

En honor al maestro Borges, ya que lo has nombrado tan certeramente, dejo aquí este pequeño poema.

Laberinto
No habrá nunca una puerta. Estás dentro
y el alcázar abarca el universo
y no tiene ni anverso ni reverso
ni externo muro ni secreto centro.
No esperes que el rigor de tu camino
que tercamente se bifurca en otro, tendrá fin.
Es de hierro tu destino
como tu juez. No aguardes la embestida
del toro que es un hombre y cuya extraña
forma plural da horror a la maraña
de interminable piedra entretejida.
No existe. Nada esperes. Ni siquiera
en el negro crepúsculo la fiera.

(Jorge Luis Borges).

TSA a Casta -

preciosas las imágenes de fractales,son hipnotizadoras.
Muy buena aportación Casta, gracias.

toi -

no me podía imaginar adonde me iba a conducir este perderme por estos vericuetos laberínticos, que me ha ido llevando a las espirales de las caracolas, idénticas a las espirales de las galaxias, y a los jardines de Creta y Egipto, y a los maravillosos fractales, y a esos rostros de mis amigos que me facilitan este estar perdido y a la vez encontrándome continuamente.

Irene -

Después de un día lleno de laberintos "integrales" (quiero decir de todo tipo de funciones y materiales) llego al blogg de Toi y resulta que lo leo, os leo, y encuentro una puerta... No sé a dónde me conduce, ni es lo importante, pero es justo lo que hoy, ahora, necesitaba.
Gracias a todos por estos "laberintos toisianos".

Driver para Casta -

....repite otra cosa a la que te acercás y no llegás nunca al centro ni al fin...pero cada vez vas más profundo y se repite...
¿hablamos de funciones franctales, o del amor, o de las caracolas?
¡laberintos toisianos!

Casta Niebla para Driver y TSA -

Que otra cosa hay a la que te acercás y no llegás nunca al centro ni al fin... pero cada vez vas más profundo y se repite la figura, la función...
...
FRANCTALES!!!!!!!!!!!!!!!!
...
Busquen, van a ver que bonitos son!!!!!

TSA a Driver -

Es cierto!!Bonita definición...Las caracolas me fascinan tambien Driver.

Driver para TSA -

No qusiera insistir en el tema del infinito y la belleza, pero las espirales de TSA son de un longitud infinita, van acercándose al centro, pero no llegan a él ni de casualidad.
Te vas acercando con humana insistencia, y a la vez te encuentras tan lejos del centro...se te escapa; como otras cosas que se te escapan cuando intentas acercarte...
No insisto.
Las coracolas no insisten.
Simplemente existen.

TSA -

Por qué siempre me das pié a retomar cuestiones que quedaron por ahi en algún momento?,quizás porque tenemos puntos en común.A mi los laberintos siempre me han fascinado, de la misma maner la figura de la espiral.
Ambos invitan a ir hacia dentro,(a interiorizar o ir hacia nosotros mismos)o al revés a salir hacia afuera desde dentro, según se mire.Encierran misterio y a la vez son de una gran belleza geométrica.
Cuándo estudiaba la historia de los jardines encontré la siguiente reflexión que puede interesarte:"Lo esencial del laberinto en la antigüedad es su condición ser una metáfora "unificadora" de lo previsible y de lo imprevisible del mundo. El rodeo lleva al centro. Sólo por el rodeo se llega a la perfección".
En la literatura presentes en Egipto y Creta,y se hace extensivo siglos después en la creación de los jardines del S.XVII,en los diseños de André Notrè para Versalles y el de Caboni en la Villa Pisani en Italia, teniendo sus antecedentes en los mazes o jardines de setos ingleses del S XII.dónde se daban lugar los encuentros amorosos.
Fascinante tema Toi,(no me pinches que me enrollo!!) Besos

Pippino Pescatore -

Y luego está el terrible laberinto de la peli El resplandor.

Casta Niebla -

Gran Toi!!!!!!!!
Coincido con vos en dos cosas.
Las maquinitas de Rube Goldberg, son geniales. Hay un video juego que se trata justamente de eso, de armar esas maquinitas llenas de aparejo. Se llama Crazy Machims. Es un juego entretenido, aunque nada como hacer en vivo y en directo.
Con lo otro que voy a coincidir rotundamente es… LABERINTOOOOOOOOOOSSSSS
Me encantan.
De chiquita, siempre me gustaron, y claro... la película Labyrinth es una de mis preferidas. Y ya me la piratee de internet para verla cada vez que tengo ganas.
En Argentina, cuando se termina la primaria, a los 12 años, se organiza un viaje de egresados. La tradición es ir a Carlos Paz en Córdoba. Ahí hay 3 clases de laberintos, uno de espejos, otro de arbustos (genial, que termina con un puente que lo cruza por arriba) y uno que es tipo bosque. Mi única ilusión en ese viaje era ir a los laberintos, mientras el de mis compañeritas era ir a las discotecas jajajaja.
Como en mi ciudad no hay nada parecido, me contento con hacer los laberintos de las revistas de crucigramas, jejeje. O los que aparecen en los video juegos, que siempre tienen algún monstruo escondido a la vuelta de la esquina (pero yo siempre llevo una buena arma para defenderrrrrrme) ((que pesada sigo con lo de los video juegos))
Como no podía ser de otra forma, los laberintos aparecen en la música. Como en el Fantasma de la Opera:

And in this labyrinth
Where night is blinde
The Phantom of the Opera is here
Inside my mind

Yo, debo confesar que se algo… que no se si es bueno o malo. Se cual es la manera de salir de un laberinto sin perderse, sin hacer varios intentos, la forma simple y definitiva de salir de ellos. Pero es que así… se pierde la gracia. Pero no se por qué… aun así… no dejan de atraerme.

adaldrida para toi -

Yuhu! Hoooola! Vuelvo del puente y veo lo fecunda que ha sido tu semana, ¡qué maravilla! A mí también me gustan los laberintos. Y el color de tu blog, te lo digo siempre: vitamínico.

suso -

Ayer hablamos de La Huella con un joven amiguete - lo de "hablamos" es porque éramos dos, no porque me crea el Papa- :¡¡¡qué peliculazo!!!. Ahora han hecho un remake...¿a quíén se le ocurre?.¡¡¡Imposible hace nada mejor!!!