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shakuhashi

¡CÓMO ME GUSTARIA IRME A UN SITIO HABITADO POR PERSONAS INTELIGENTES!

Porque desde luego España puede ser cualquier cosa, pero no es un ejemplo de astucia, ni de luces (no confundir con soles), ni de claridad de mente.

Un país como España que ve impasible el cachondeo de su gobierno, que ve cómo se castiga un perfecto cachete (no confundir con paliza) a tu hijo pero permite aplicarle un cuchillo de cocina y despedazar al niño si aun no ha nacido, que ve sin pestañear cómo deambulan libremente sin cortapisas indeseables alimañas vascas, que permite que sutiles catalanes nos esquilmen a la vez que nos aborrecen, que se confabula con ladrones profesionales y los elevan a rango legal a ellos y sus tropelías en forma de canon digital, mientras nos insultan llamándonos impunemente delincuentes, y nos cobran por si acaso, en un estado donde las subidas de sueldo de los funcionarios llevan años sin llegar al uno por ciento, pero que la clase política se sube entre el 30 y el 75 por ciento anual, sin que les quememos en pública plaza, como elemental acto de defensa propia y de higiene...

En esta España donde se sigue llamando ingenuamente de izquierda a un partido confabulado con la banca y las multinacionales, cuyos miembros viven como millonarios, y que soporta una enorme familia llamada real que vive de fábula, sin pegar sello, y que seguimos y seguimos pagándoles como si nuestras vidas dependieran de su felicidad, a un subnormal que no sabe hablar sin leerlo, y con letras grandes, y que además fue una imposición de Franco...

En este nación que ya no es nación, donde la cultura no existe, porque los creadores no crean, donde los de siempre siguen siendo los de siempre, donde los que han llegado nuevos y se han subido al carro son más de siempre que los de siempre, solo que ahora tenemos que pagar más...

Pero es que además, parece, solo tenemos lo que nos merecemos, dicen, porque en un instante determinado de un día determinado, los que voten, depositan un papel en una urna, y así le dan permiso, patente de corso a una pandilla de sinverguenzas que durante cuatro años nos van a esquilmar, económica y moralmente, sin que ocurra ni se desencadene ninguna revolución.

A ver si va a ser verdad que tenemos lo que nos merecemos.

14 comentarios

Peeble -

Hola a todos/as, y que lo paséis muy bien,
no puedo impedirme añadir, a las palabras de Reverte, que si, que más peligroso es un imbecil que un malvado, pero ya la repera es un imbecil malvado...que haberlos hailos...y
os cuento una historieta que viene a cuento:
erase un cazador que le salvó la vida a un oso que estaba atrapado en una trampa. El oso agradecido le seguía a todas partes. Un buen día, el cazador toco sin querer un panal de abejas y le rodearon entero. El oso, ni corto ni perezoso, buscó la piedra más grande que encontró y se la tiró al cazador...ayyy..a la cabeza.
Moraleja: no te hagas amigo de un tonto
pues eso...besotes

V para Reverte -

Estoy de acuerdo.
Somos imbéciles, lo que pasa es que unos lo son más que otros.
Y entonces...volvemos al principio.

Robert Redford -

Suscribo una a una las ideas que expones en el post. Tienes toda la razón del mundo. Tenemos que emigrar a otro sitio donde haya más inteligencia. Pero también te digo que, viendo el "ganado" que predomina en este país, tenemos lo que nos merecemos. ¡¡Si tuviésemos un poquito más de cultura y de espíritu crítico...!!!

jesús Beades -

Lo que se dice un post navideño. ¡Feliz Navidad para todos!

Reailia -

Y más de Reverte. es larguillo pero merece la pena y responde tanto al título de este post que no he podido resistirme


Permitidme tutearos, imbéciles




Cuadrilla de golfos apandadores, unos y otros. Refraneros casticistas analfabetos de la derecha. Demagogos iletrados de la izquierda. Presidente de este Gobierno. Ex presidente del otro. Jefe de la patética oposición. Secretarios generales de partidos nacionales o de partidos autonómicos. Ministros y ex ministros –aquí matizaré ministros y ministras– de Educación y Cultura. Consejeros varios. Etcétera. No quiero que acabe el mes sin mentaros –el tuteo es deliberado– a la madre. Y me refiero a la madre de todos cuantos habéis tenido en vuestras manos infames la enseñanza pública en los últimos veinte o treinta años. De cuantos hacéis posible que este autocomplaciente país de mierda sea un país de más mierda todavía. De vosotros, torpes irresponsables, que extirpasteis de las aulas el latín, el griego, la Historia, la Literatura, la Geografía, el análisis inteligente, la capacidad de leer y por tanto de comprender el mundo, ciencias incluidas. De quienes, por incompetencia y desvergüenza, sois culpables de que España figure entre los países más incultos de Europa, nuestros jóvenes carezcan de comprensión lectora, los colegios privados se distancien cada vez más de los públicos en calidad de enseñanza, y los alumnos estén por debajo de la media en todas las materias evaluadas.

Pero lo peor no es eso. Lo que me hace hervir la sangre es vuestra arrogante impunidad, vuestra ausencia de autocrítica y vuestra cateta contumacia. Aquí, como de costumbre, nadie asume la culpa de nada. Hace menos de un mes, al publicarse los desoladores datos del informe Pisa 2006, a los meapilas del Pepé les faltó tiempo para echar la culpa de todo a la Logse de Maravall y Solana –que, es cierto, deberían ser ahorcados tras un juicio de Nuremberg cultural–, pasando por alto que durante dos legislaturas, o sea, ocho años de posterior gobierno, el amigo Ansar y sus secuaces se estuvieron tocando literalmente la flor en materia de Educación, destrozando la enseñanza pública en beneficio de la privada y permitiendo, a cambio de pasteleo electoral, que cada cacique de pueblo hiciera su negocio en diecisiete sistemas educativos distintos, ajenos unos a otros, con efectos devastadores en el País Vasco y Cataluña. Y en cuanto al Pesoe que ahora nos conduce a la Arcadia feliz, ahí están las reacciones oficiales, con una consejera de Educación de la Junta de Andalucía, por ejemplo, que tras veinte años de gobierno ininterrumpido en su feudo, donde la cultura roza el subdesarrollo, tiene la desfachatez de cargarle el muerto al «retraso histórico». O una ministra de Educación, la señora Cabrera, capaz de afirmar impávida que los datos están fuera de contexto, que los alumnos españoles funcionan de maravilla, que «el sistema educativo español no sólo lo hace bien, sino que lo hace muy bien» y que éste no ha fracasado porque «es capaz de responder a los retos que tiene la sociedad», entre ellos el de que «los jóvenes tienen su propio lenguaje: el chat y el sms». Con dos cojones.

Pero lo mejor ha sido lo tuyo, presidente –recuérdame que te lo comente la próxima vez que vayas a hacerte una foto a la Real Academia Española–. Deslumbrante, lo juro, eso de que «lo que más determina la educación de cada generación es la educación de sus padres», aunque tampoco estuvo mal lo de «hemos tenido muchas generaciones en España con un bajo rendimiento educativo, fruto del país que tenemos». Dicho de otro modo, lumbrera: que después de dos mil años de Hispania grecorromana, de Quintiliano a Miguel Delibes pasando por Cervantes, Quevedo, Galdós, Clarín o Machado, la gente buena, la culta, la preparada, la que por fin va a sacar a España del hoyo, vendrá en los próximos años, al fin, gracias a futuros padres felizmente formados por tus ministros y ministras, tus Loes, tus educaciones para la ciudadanía, tu género y génera, tus pedagogos cantamañanas, tu falta de autoridad en las aulas, tu igualitarismo escolar en la mediocridad y falta de incentivo al esfuerzo, tus universitarios apáticos y tus alumnos de cuatro suspensos y tira p’alante. Pues la culpa de que ahora la cosa ande chunga, la causa de tanto disparate, descoordinación, confusión y agrafía, no la tenéis los políticos culturalmente planos. Niet. La tiene el bajo rendimiento educativo de Ortega y Gasset, Unamuno, Cajal, Menéndez Pidal, Manuel Seco, Julián Marías o Gregorio Salvador, o el de la gente que estudió bajo el franquismo: Juan Marsé, Muñoz Molina, Carmen Iglesias, José Manuel Sánchez Ron, Ignacio Bosque, Margarita Salas, Luis Mateo Díez, Álvaro Pombo, Francisco Rico y algunos otros analfabetos, padres o no, entre los que generacionalmente me incluyo.

Qué miedo me dais algunos, rediós. En serio. Cuánto más peligro tiene un imbécil que un malvado.

Fdo Perez Reverte

abdu -

Rabiosas y certeras pinceladas: Lo que nos merecemos. Pero lo importante: ¿Que hacer?

Junkidriko -

Tal vez no lo que merecemos, pero sí lo que escogemos. Mientras puedas ejercer tu libertad, eres dueño y responsable de tus decisiones.


Me enseñaron en Historia
que los antiguos, muy antiguos y muy piojosos, vívían en varios sentidos mejor que nosotros, porque si el líder de la tribu auguraba buenas cosechas y no crecía el trigo, tal vez pasaran hambre pero ese líder no duraba ni dos días en la aldea ya que obviamente no estaba favorecido por los dioses y entonces... ¿para qué obedecerle?


Linchemos pues a quien lo merezca o cerremos la boca. La elección es sólo nuestra.

V -

Un poquito de ironía carnavalera, que aquí ya llevan un mes ensayando.

http://www.youtube.com/watch?v=R15AqtMet0I

El conejo campero. -

Soy un simple conejo campero.
He nacido en una granja, propiedad de un alto cargo de la Consejería de Sanidad de mi Comunidad Autonómica.
Dentro de unos días seré degollado por el cuñado del alto cargo, jefe de producción de la granja donde nací.
Estoy en capilla. Lo tengo crudo.
Pero...
Dada la incómoda situación en la que mis huesitos están, y antes de morir, os voy a decir que lo haré con dignidad.
El sábado pasado estuve en el Museo del Prado (soy un conejo amante de la belleza), y me fijé en el cuadro de Goya,"Los fusilamientos del 2 de Mayo".
Así que mi último acto en este mundo, dado que voy a palmar sí o sí, lo entiendo como un homenaje al arte.
Camisa blanca, pelo rizado, brazos abiertos frente al pelotón de fusilamiento gabacho.
Y cuando estén a punto disparar...se lo diré en la cara.
"¡Consejero conejero, que te den!"
Se trata de vivir en paz y morir con dignidad. ¿O será vivir con dignidad y morir en paz?.
Atentamente. Conejo campero.

Reailia -

Perez Reverte no es santo de mi devoción, pero al Cesar lo que es del Cesar y hay veces que me gusta lo que escribe. Esta es una de ellas.
No se si cada pueblo tiene lo que se merece (ese tema daría para un blog por si solo), pero lo que si esta claro es que en este pais en el que vivimos, gobiernan las personas que gobiernan y de la manera que lo hacen porque entre todos se lo permitimos. Os recuerdo que estamos en un país en el que un politico de primera fila dice ante un micrófono que "él está en política para llevárselo crudo"y no sólo no le desterramos sino que se le siguen poniendo micrófonos delante para escuchar sus opiniones y se le siguen dando millones para que los "administre".Parece una exageración, pero es real y si no mirar en las hemerotecas. Y barbaridades como estas nos llegan desde todos los partidos, que aqui no se salva ni uno.

Y mientras tanto los españolitos encantados de la vida y dispuestos a tirar la casa por la ventana estas Navidades comprando percebes, langostinos o conejo, que parece que "se ha puesto de moda". Seré mal pensada, pero ¿alguien sabe si algún familiar de los que están en el gobierno tiene una granja de conejos o algún amigo dedicado al negocio?... Seguro que estoy siendo mal pensada, pero como hace unos meses todos ibamos a morir por la gripe Aviar sin remisión y ahora nadie se acuerda de aquello... pués eso, que estas cosas dan como para pensar ¿o no?
Pues eso, que sarna con gusto no pica.
Que todos tengais una feliz Nochebuena.

jmcaleroma -

"Vivo sin vivir en mí,
y tan alta vida espero,
que vivo en el extranjero".

Antonio Gala.

Amigo Toi, no te desesperes. Vota y, si cuadra la ocasión, explica a quien puedas que no solo podemos votar cada cuatro años, sino que incluso podemos votar cada vez a un partido distinto. Lo segundo, hay casi veinte millones de españoles que no lo entienden.

V -

Comparto muchas cosas de lo que se ha dicho aquí, que es mucho.
Yo también, más de una vez he comentado, coloquialmente, de "que tenemos lo que nos merecemos".
Frase, que es generalmente aceptada, entre los descontentos.
Pero, en el fondo, y cuando no se generaliza, y aunque parezca una contradicción, creo que nadie se merece, una mala administración.
Creo,que si es muy importante, incidir, recalcar, educar, y eso es obligación de los poderes públicos, y obligación de nosotros, en exigírselo, y en aplicarlo, nosotros, y en nuestras relaciones con los demás.
Incidir enlos principios que nos hacen más humanos, más solidarios, más honrados y más sensibles hacia los demás.
No debemos permitir desde una obra ilegal, ni de la aptitud insocial de alguien que se ríe por escaquearse de una obligación.
Todos nos necesitamos.
Y no quiero que esto se tome como una sensiblería de púlpito, con todos mis respetos, o de domingo.
Que yá deberíamos repasar.
Pero si un día convenimos en potenciar, virtudes, como el esfuerzo,la generosidad,la solidaridad, la humildad,ese día casi todos de nuestros gobernantes...salen corriendo, a gorrazos !!!
Pero estamos dispuestos a potenciar, desde la escuela, desde nuestras relaciones personales, tales principios?
Creo que tiene que haber mucha gente que sí.
Y también veo que vamos por mal camino.
Y me jode, porque en toda sociedad, hay gente, con más posibilidades de trasladar estos principios, y otros con menos.
Por eso la responsabilidad no puede ser siempre la misma.
Un ejemplo: Os acordáis,los mayores, del "viejo profesor" Tierno Galván.
Un ejemplo perfecto para hoy.
Y que no se diga, "que eran otros tiempos".

SUSO -

¡Coincidimos en el comentario sin habernos leido...¡eso es estar en sintonía!

Driver copia y pega a Reverte -

Artículo publicado en el Semanal, firmado por D. Arturo Perez Reverte, copiado y pegado por Diego Peñas, sin posibilidad de pedir permiso a nadie, pero con intención de pedirlo. Si alguien tiene su correo, que me lo pase, que tengo una cosita para D. Arturo.No caerá esa breva.

LOS NUEVOS AMOS.

A los españoles nos destrozaron la vida reyes, aristócratas, curas y generales. Bajo su dominio discurrimos dando bandazos, de miseria en miseria y de navajazo en navajazo, a causa de la incultura y la brutalidad que impusieron unos y otros. Para ellos sólo fuimos carne de cañón, rebaño listo para el matadero o el paredón según las necesidades de cada momento. Situación a la que en absoluto fuimos ajenos, pues aquí nunca hubo inocentes. Nuestros reyes, nuestros curas y nuestros generales eran de la misma madre que nos parió. Españoles, a fin de cuentas, con corona, sotana o espada. Y todos, incluso los peores, murieron en la cama. Cada pueblo merece la historia y los gobernantes que tiene.

Ciertas cosas no han cambiado. Pasó el tiempo en que los reyes nos esquilmaban, los curas regían la vida familiar y social, y los generales nos hacían marcar el paso. Ahora vivimos en democracia. Pero sigue siendo el nuestro un esperpento fiel a las tradiciones. Contaminada de nosotros mismos, la democracia española es incompleta y sectaria. Ignora el respeto por el adversario; y la incultura, la ruindad insolidaria, la demagogia y la estupidez envenenan cuanto de noble hay en la vieja palabra. Seguimos siendo tan fieles a lo que somos, que a falta de reyes que nos desgobiernen, de curas que nos quemen o rijan nuestra vida, de generales que prohíban libros y nos fusilen al amanecer, hemos sabido dotarnos de una nueva casta que, acomodándola al tiempo en que vivimos, mantiene viva la vieja costumbre de chuparnos la sangre. Nos muerden los mismos perros infames, aunque con distintos nombres y collares. Si antes eran otros quienes fabricaban a su medida una España donde medrar y gobernar, hoy es la clase política la que ha ido organizándose el cortijo, transformándolo a su imagen y semejanza, según sus necesidades, sus ambiciones, sus bellacos pasteleos. Ésa es la nueva aristocracia española, encantada, además, de haberse conocido. No hay más que verlos con sus corbatas fosforito y su sonriente desvergüenza a mano derecha, con su inane gravedad de tontos solemnes a mano izquierda, con su ruin y bajuno descaro los nacionalistas, con su alelado vaivén mercenario los demás, siempre a ver cómo ponen la mano y lo que cae. Sin rubor y sin tasa.

En España, la de político debe de ser una de las escasas profesiones para la que no hace falta tener el bachillerato. Se pone de manifiesto en el continuo rizar el rizo, legislatura tras legislatura, de la mala educación, la ausencia de maneras y el desconocimiento de los principios elementales de la gramática, la sintaxis, los ciudadanos y ciudadanas, el lenguaje sexista o no sexista, la memoria histórica, la economía, el derecho, la ciencia, la diplomacia. Y encima de cantamañas, chulos. Osan pedir cuentas a la Justicia, a la Real Academia Española o a la de la Historia, a cualquier institución sabia, respetable y necesaria, por no plegarse a sus oportunismos, enjuagues y demagogias. Vivimos en pleno disparate. Cualquier paleto mierdecilla, cualquier leguleyo marrullero, son capaces de llevárselo todo por delante por un voto o una legislatura. Saben que nadie pide cuentas. Se atreven a todo porque todo lo ignoran, y porque le han cogido el tranquillo a la impunidad en este país miserable, cobarde, que nada exige a sus políticos pues nada se exige a sí mismo.

Nos han tomado perfectas las medidas, porque la incultura, la cobardía y la estupidez no están reñidas con la astucia. Hay imbéciles analfabetos con disposición natural a medrar y a sobrevivir, para quienes esta torpe y acomplejada España es el paraíso. Y así, tras la añada de políticos admirables que tanta esperanza nos dieron, ha tomado el relevo esta generación de trileros profesionales que no vivieron el franquismo, la clandestinidad ni la Transición, mediocres funcionarios de partido que tampoco han trabajado en su vida, ni tienen intención de hacerlo. Gente sin el menor vínculo con el mundo real que hay más allá de las siglas que los cobijan, autistas profesionales que sólo frecuentan a compadres y cómplices, nutriéndose de ellos y entre ellos. Salvo algunas escasas y dignísimas excepciones, la democracia española está infestada de una gentuza que en otros países o circunstancias jamás habría puesto sus sucias manos en el manejo de presupuestos o en la redacción de un estatuto. Pero ahí están ellos: oportunistas aupados por el negocio del pelotazo autonómico, poceros de la política. Los nuevos amos de España.

Propiedad intelectual de D. Arturo Perez Reverte.

Atentamente. Driver.