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shakuhashi

Ryuichi Sakamoto

Confieso que el mundo japonés me supera.

Es otro estadio de la humanidad, con esquemas mentales distintos, y en ocasiones opuestos, a los nuestros.

No me atrae especialmente, aunque  me pueda intrigar, ni me gusta en exceso, pero curiosamente cuando he conocido japoneses en persona, sobre todo japonesas, me han deslumbrado.

Los que yo he podido conocer son personas dulces, discretas y muy sensibles.

Es como se pulverizan los tópicos y las ideas preconcebidas: Viajando, -si se puede-, y procurando conocer gentes de otros sitios, viajes o no.

Lo que sí que me gusta mucho de ese lejano planeta es la música. No toda, pero la que me gusta me gusta mucho.

De la flauta de caña, el shakuhashi, ya he dicho alguna cosa. Y de vez en cuando me enseñan mis hijos descubrimientos muy hermosos, como bandas sonoras de series... la de Ghost in the Shell es espectacular, nunca mejor dicho... o Escaflone, originales y deslumbrantes. Conozco también un director de orquesta que se llama Hideo Shimazu, que hace una música intimista, con arreglos muy occidentales. O el inefable Kitaro, mal encasillado en eso que llaman New Age, que aun espero al que me dijo que me lo iba a explicar....

 

Pero en el medio de ese universo sonoro para mi brilla con luz propia Ryuichi Sakamoto.

Lo descubrí en el ochenta y tantos, cuando vi la película Feliz navidad mister Lawrence, que protagonizaban David Bowie y el mismo Ryuishi. Me dejó fascinado el tema musical, sobre el que hacía variaciones diversas, cambiando las formaciones, desde orquesta a trio, pasando por piano solo y con forma de elegía, pero siempre el mismo, y me pareció además de bellísimo, muy inspirado y original.

Después lo escuché en El Último Emperador (que no me gustó tanto) y en El Cielo Protector, las dos de Bertolucci, y en películas sueltas, como por ejemplo en Tacones lejanos, de Almodovar.

Y me ganó completamente en las discos que hacía como músico, nada mas, sin la excusa de la banda sonora de películas. Me gusta de todas las jechuras, con el tour que hizo con un violín y un cello hace unos años, con piano nada mas, o acompañando a Jacques Morelenbaum, el cellista de la última banda de Jobim, -que precisamente llamó A Nova Banda (en un alarde de originalidad, el tío) y que tuve la fortuna de ver en el Auditorio de la Cartuja durante la Expo 92-, versionando al maestro de maestros, haciendo que las bossa novas suenen así, precisamente novas, a pesar de que hemos oido cien mil versiones de las canciones de Tom Jobim.

Pongo aquí tres ejemplos, una pieza para piano, Energy Flow, un tema de El Cielo Protector, Rain, para trio con piano, y el legendario Merry Xmas Mr. Lawrence, esta vez en una versión para piano y arpa china, que me emociona cada vez que lo escucho, y ahora gracias a youTube, además, lo veo.

20 comentarios

DRIVER -

Lo prometido.


Tendría que empezar diciendo que no soy un intelectual. Soy un simple camionero.
Conduzco mucho, y poco más.
La cabina de mi Volvo es mi mundo mundial.

Resulta que le prometí a Toi un relato sobre la gloria, donde se podría hablar de los ideales que no mueren con los hombres (Irene), que dijera algo de los poemas épicos clásicos (A. Baricco), de la belleza en medio de la fealdad (Toi), de los temas vitales y cruciales (Toi), de que en medio de las guerras, las desigualdades, la destrucción ¿dónde queda la gloria, la dignidad, el orgullo, la libertad? (Driver).

No tengo una gran formación. Así que no puedo desarrollar un ensayo. Eso sí, puedo regalaros un relato.

He prometido algo muy complejo. Le estoy dando vueltas a la estructura. Y lo único que se me ocurre es contaros algunas cosas que ocurrieron realmente. Tal vez la verdad se abra paso entre las palabras tecleadas. Y vosotros, tal vez, os las creais.



LA GLORIA.

Cuando tenía doce años, se rompió la cadena de mi bicicleta.
Fui al único taller de coches que había en mi pueblo, para que me la arreglaran.
Mientras el mecánico hacía su trabajo, me quedé absorto, curioseándolo todo: bujías, llaves inglesas, fresadoras, amoladoras.
En la parte posterior del taller, un descampado albergaba una montaña de chatarra. Coches, motocarros, camionetas.

Me quedé un rato mirando aquella montaña de acero. Era fea. El óxido y la mugre campaban a sus anchas. Y de pronto un destello. Junto a un pino piñonero, había un coche que llamó mi atención.

El Ferrari. Un italiano se había pegado un leñazo con su deportivo, el coche salió volando sobre la curva de la estación, y tras dar más de veinte vueltas de campana en el sembrao de D. Julián, quedó tendido sobre su costado izquierdo. Eternamente tendido.

Aquella imagen, por alguna razón, quedó para siempre grabada en mi cerebro. El montón de chatarra, el desorden, la destrucción, el tendido eterno, y sin embargo, conservaba algo del álito vital que , su diseñador, le había regalado. Tenía el sabor de la gloria.

Antes de ser camionero, me busqué la vida de diversas formas. El verano de 1988 trabajé en Mallorca, en un chiringuito de la playa de Alcudia, de camarero.

El viernes 14 de agosto libré, y como no tenía mucho que hacer, me fui a la playa a pasar el día.

Junto al chiringuito donde trabajaba, estaba el hotel Meliá Alcudia. Me tumbé en mi toalla y vi pasar el mundo mundial. En el hotel se hospedaba un grupo de alemanes, que en aquel momento estaban jugando al fútbol en la arena.

A las dos de la tarde, apareció un grupo de albañiles, inmigrantes en su mayoría, que vestidos con sus monos de trabajo, acababa de terminar de trabajar. Se quedaron en bañador, y se apoyaron en el murete de piedra del paseo.

Cuando ves al personal en bañador en la playa, desde lejos, es muy difícil distinguir si pertenecen al primer mundo o al mundo real.

Me limitaré a contar lo que pasó. Abdhel El Mushain, hijo de Bramin y nieto de Mustafá, original de Tánger, se levantó por su cuenta, sin contar con nadie; se dirigió al grupo de alemanes y les retó a un partido de fútbol en la arena. Le siguió Carlitos, hijo de Carlos do Gama y nieto del mítico Carliños, originario de Rio de Janeiro; José Sánchez, de padre desconocido, nacido en Barbate; Victor Jastropech, hijo de los caminos de Europa, nacido en Budapest y Pepe, que nadie sabía de dónde era. En total cinco personas, todas con nombre y algunas con apellido. Peones de la Ferrovial en las obras del desvío.

Los alemanes pertenecían a un club deportivo, lo que se traducía en que contaban con una larga historia de entrenamientos, tácticas, preparación física y motivación nórdica.

Los peones, por no tener, no tenían ni número de la Seguridad Social. Eran la viva imagen de los desheredados, la chatarra humana del primer mundo. En teoría.

Abdhel El Mushain, hijo de Bramin y nieto de Mustafá, original de Tánger, capitaneba a los desheredados. Los alemanes les encasquetaron diez goles hasta las cuatro de la tarde. A esa hora se hizo un descanso de media hora.

Simplemente ocurría lo que siempre ocurre, ganan los guapos, pierden los feos, y la belleza y la gloria se van a tomar viento.

Los alemanes comieron yogures, bebidas isotónicas y tenían un masajista que relajó sus músculos.

Los desheredados un bocata de chopek.

Así que el destino me hizo intervenir. Me fui al chiringuito, me pillé seis birras de litro de la Cruzcampo, una para cada desheredado y otra para mí, barrita de mojama, tomatitos y cuatro latas de navajas.

La chatarra humana del primer mundo, incluyéndome entre ellos, nos lo tomamos todo. Entonces , Abdhel El Mushain, hijo de Bramin y nieto de Mustafá, original de Tánger, miró pausadamente al cielo, vió que no había ni una nube , que caía un sol de justicia, que los alemanes comían a la sombra y que ellos comían al sol, y comprendió. No sé exactamente qué, pero tenía cara de haberlo comprendido.

Los alemanes juegan al fútbol, con la meticulosidad con la que fabrican coches. Son tan precisos, que a veces se les olvida lo más simple.

Lo más simple es que nunca se puede menospreciar la capacidad de lucha de un ser eterno.

Cascarás, te convertirás en polvo orgánico, nadie se acordará de ti. Pero si un día te miras al espejo y ves el brillo de la belleza reflejado en tu pupila, ese día sabrás que en ese brillo, y en el que reflejen las pupilas de tus descendientes, está condensado el sabor del orgullo. El sonido del heroísmo. La esencia de la eternidad.

………………………………..

La Cruzcampo empezó a actuar, junto a la mojama y el sol. Las ideas futbolísticas de los peones se empezaron a desarrollar de forma ordenada. Diez, dos. El sonido de Tánger se escuchaba a lo lejos mezclado con la bruma de las olas. Diez, cuatro. El ritmo brasileño encontró su acomodo en una playa de Mallorca. Diez, seis. La Semana Santa de Barbate aportó el latido de la tambores. Diez, ocho. Pepe, el hombre del que nadie sabía de dónde era, encontró sus raíces en aquella playa, diez, diez.


Siete de la tarde. El partido empatado. Yo no sé si estaba un poco afectado por la cerveza, pero me parecía que aquella gente marcaba los goles de dos en dos.

Entonces ocurrió algo que nunca olvidaré en mi vida.
Me vino a la cabeza la imagen del Ferrari eternamente tendido. Aquella imagen que me perseguía desde los doce años. La mezcla de la destrucción, de lo cotidiano, de la desigualdad, encerrando en su estructura la belleza eterna. Aquella mezcla que me despertaba con preguntas muchas noches.

Conforme la imagen se me hacía nítida, Abdhel El Mushain, hijo de Bramin y nieto de Mustafá, original de Tánger, cogió la pelota, corrió la banda, se hizo varios autopases, y acabó sólo frente a la portería alemana, el guardameta mortalmente abatido.

Lo siguiente es muy difícil de describir con palabras. No encuentro las apropiadas. Pero tengo que decirlo.

Abdhel, cuando tenía en sus pies la oportunidad de ganar aquella batalla, cuando a los alemanes se les materializaba la peor de sus pesadillas, cuando yo estaba abriendo la octava Cruzcampo. Abdhel hizo otra cosa.

En vez de marcar el gol de la victoria, hizo algo extraño. Cogió la pelota con ambas manos, se la puso encima de la cabeza, y se puso a caminar lentamente hacia la orilla. Se metió en el mar y se bañó tranquilamente.

Se daba por satisfecho, no necesitaba más.

Y yo ví reflejada en sus pupilas la esencia de la belleza.

Cascarás, te convertirás en polvo orgánico, nadie se acordará de ti. Pero si un día te miras al espejo y ves el brillo de la belleza reflejado en tu pupila, ese día sabrás que en ese brillo, y en el que reflejen las pupilas de tus descendientes, está condensado el sabor del orgullo. El sonido del heroísmo. La esencia de la eternidad.

ATENTAMENTE : DRIVER.




Riyue -

DRIVER PREGUNTA:

…¿en medio de guerras, desigualdades, destrucción y fealdad; podemos sacar algo de provecho?
¿Dónde queda la gloria? ¿Dónde la dignidad, el orgullo y la libertad?


Eso, creo yo, que está en la búsqueda de cada uno; en la capacidad interior de encontrar debajo de lo que se nos muestra o de lo que nuestros ojos son testigos; en la propia supervivencia como humanos para salvar nuestro espíritu de tanto dolor o simplemente de lo superficial.
A veces estamos dotados de una sensibilidad que nos hace rebuscar y encontrar donde aparentemente no existe porque necesitamos alimentarnos de la esperanza de que hay algo más; o de conservar la fe en el hombre, o simplemente de la ilusión de encontrar la felicidad aunque solo sea en pequeñas cosas, en momentos sencillos y cortos…o quizás en la imperiosa necesidad de buscar en nosotros mismos algo que tenga sentido y que nos podamos llevar cuando partamos, pues será lo único que nos llevemos, y en el fondo lo sabemos.
Por eso leemos, oímos música, contemplamos arte o lo provocamos... nos alimentamos de las percepciones de otros más capaces de no dejarse arrastrar.
Pero a veces olvidamos ese ejercicio de la reflexión, de la interiorización, de la búsqueda de los valores perdidos por tanto horror al que llegamos a acostumbrarnos.
Y en el momento del caos, de la desesperación, de la indiferencia, del olvido… ese alguien que sobrevive nos lo recuerda, en voz alta, en un segundo desprevenido, y quedamos atónitos, inmóviles, y escuchamos, porque en el fondo de la esencia del ser humano necesitamos recordarlo, sentirlo, aunque lo creyéramos perdido ya que estamos anestesiados, pero somos capaces de escuchar en silencio y encontrar la belleza, la gloria, la dignidad, el orgullo e incluso, la libertad, aunque solo sea un poco.
(Otras veces nos lo regalan y somos capaces de compartirlo en la noche, en un acogedor jardín, con unas guitarras y unas cálidas voces junto a un grupo de generosos nuevos amigos)
Bueno, demasiado filosófico a lo mejor sensiblero, no era mi pretensión pero atiendo a la llamada de Driver, a la tentación, a la sana provocación de sus preguntas que obligan a pensar y arriesgar intentando demostrar que siempre hay algo de provecho que sacar si tenemos algo de provecho que ofrecer.
Maravillosos videos, Toi, un regalo para el oído y algo más.
Seda!!! El título lo define todo.
Un saludo a tod@s.

toi -

Irene y Driver, mis queridos, ahora solo doy acuse de recibo de los últimos y brillantes escritos.
Mi casa está llena de familia egipcia, gaditana, y hasta un amigo de mis hijos que acaba de llegar de Rusia y no para de contar.
Para responder con una mediana estructura necesito mas tiempo y paz del que me rodea en este nublado día.
Pero como el tema me apasiona, me impide dormir, seguro que ya mismo puedo responderos.
Por ahora, gracias, gracias. Me encanta.

Driver -

PLACER Y VERTIGO.

Irene pregunta:¿por qué escucharon un “poema épico clásico” de un tirón?

Sólo se me ocurre responder lo que sentí al leerlo.

Baricco simplifica el texto, y deja la esencia.

Según los expertos, tenemos un 80% de nuestro cerebro sin utilizar del todo. Parece como si las posiblidades de nuestro órgano más complejo, estuvieran infrautilizadas. De pronto, un texto, una foto, una acuarela o una vivencia hacen que se disparen resortes de nuestra mente que siempre estaban allí, por el hecho de ser humanos.

El arte está en provocar el estallido de los resortes oxidados.

La esencia de la obra de arte nos enardece, logrando que el espíritu se eleve, regalándonos una oleada de placer.

La cuestión está en que las grandes obras de arte, tocan los temas eternos que están directamente relacionados con nuestra esencia humana. Y utilizando los adjetivos de Toi, sentimos que es crucial, vital, responder, sentir.

Nos situamos en una maternidad, viene un nuevo ser humano a este mundo; la gracia está en que el enano/a nace con la capacidad de enardecerse con un texto de hace dos mil años.

Porque toca temas intrínsecos a la condición humana que nos ha sido regalada.

El amor, el honor, la dignidad, la belleza...

Es decir estos textos mágicos tienen la capacidad de trasmitirnos una cosmología humana, que si bien no pueden dar respustas a todas las preguntas, si nos hacen enfrentarnos por primera vez, o si nó, con un ángulo diferente a temas esenciales.

Y esos temas, son los ladrillos con los que está construída la eternidad.

Y creo que a todos los seres humanos les provoca un infinito placer, aunque sea rozar o vislumbrar por un momento la eternidad.

Y cuando estas sensaciones se expresan junto a otras llenas de maldad (los nazis masacrando judíos y al lado una música bellísima), el contraste hace que la imagen sea muy potente.

Y claro, la potencia, la eternidad.. nos subyuga.

Mi respuesta sería:
"Escucharon el poema épico clásico de un tirón, porque el ser humano tiene una vida corta, y la eternidad nos provoca a la vez placer y vértigo".

Conclusión: la belleza es como la montaña rusa, una mezcla de placer y vértigo.

ATENTAMENTE: Driver

Irene -

Y Toi preguntó: "Primero habría que definir fealdad y preguntarnos por qué la dotamos de moralidad perversa."

Uff... creo que hay tema para otra entrada, no? A pesar de la hora, el tema bien sesudo, y que yo no sea la persona que mejor pueda responder, voy a decir lo pienso aunque sea simple, pobablemente obvio, o, incluso, contradictorio, no sé.

Yo no podría definir la fealdad porque pienso que es un concepto cultural (en su más amplio sentido) y además totalmente subjetivo. Pero, en cambio, creo que sí hay algo que se contrapone a la belleza: la maldad (o la perversidad que apunta Toi). Ésta -entiendo- intrínseca, propia del ser humano. ¿Y... cómo la compensamos? Pues "reconociendo" la belleza que hay alrededor nuestro: buscamos, observamos, miramos, o simplemente estamos, y, a veces, somos capaces de ver aquello que nos hace SENTIRnos bien, en paz con nosotros y con el mundo que conocemos. Este sentimiento solo es capaz de provocarlo la belleza (cualquier manifestación de ésta), y hasta puede contagiarse... Y además lo necesitamos -al menos yo- tanto como el aire.

Toi, ¿por qué el oficial nazi se dirigió al piano a interpretar una pieza de Mozart?

DRIVER -

PREGUNTAS...

¿por qué escucharon un “poema épico clásico” de un tirón?.

La preguntita de marras sería: ¿ enmedio de guerras, desigualdades, destrucción y fealdad; podemos sacar algo de provecho?.
¿Dónde queda la gloria? ¿dónde la dignidad, el orgullo y la libertad?.

Irene, Toi, Driver... se hacen preguntas.

Qué bonito, de verdad,qué bonito.

Tener la edad intemporal donde nos seguimos haciendo preguntas.

Como mi hija de 8 años.

Me voy una semana a Valencia.
Me llevo papel y lápiz para intentar regalaros una respuesta a la vuelta.

Gracias por dejarme entrar en vuestro espacio.

ATENTAMENTE: DRIVER



toi -

responder a las preguntas de Driver no es tema baladí.
La respuesta de Irene es buena. Muy buena.
Pero creo que podemos intentar ampliar, sobre todo en la dirección de la belleza en medio de la fealdad.
Primero habría que definir fealdad y preguntarnos por qué la dotamos de moralidad perversa.
Ya he comentado en algun sitio que en la Lista de Schindler me subyuga la escena en la que mientras sus compañeros masacran judíos escondidos, un oficial nazi toca -magistralmente- una sonata de Mozart en un piano abandonado en uno de los pisos.
Habrá que desarrollar este tema. Es vital. Es crucial.

Irene -

Qué giro dio...la música!
Driver, yo tampoco tengo La Respuesta, pero una respuesta podría ser ésta: "... está(n) en la lluvia." Y, "los ideales no mueren (...) un hombre se puede acabar. Pueden detenerle, pueden matarle, pueden olvidarle, pero años más tarde los ideales pueden seguir cambiando el mundo". (V de Vendetta).
Tú mismo nos has contado que en la retransmisión radiofónica de Homero, Ilíada de A. Baricco la gente estuvo "escuchando" desde sus casas o coches ese texto, adaptación de uno de hace mucho más de dos milenios. Mmmm... pregunta por pregunta, pues: ¿por qué escucharon un “poema épico clásico” de un tirón?

Jesús Beades -

La escena de sexo -epistolar, imaginada- de "Seda" es una maravilla. Todo el libro me pareció una joyita, como una minúscula pieza de jade, dentro de una caja de bambú -por decir algo, vamos.

toi -

Casta Niebla, seguro que mis hijos tienen esa música que me comentas. Se la pediré. Pero no dejes de mandarme esas que dices que son tus preferidas.

Merl, mañana sin falta le comento a Rosa que le has escrito. Os contaré de sus nuevas pinturas.

papá -

es verdad, podían faltar muchas cosas, pero no la música.

toi -

Cuando lei hace algunos años SEDA sufrí una convulsión.
Descubrí que se puede escribir como Alessandro escribe, descubrí que la dulce belleza te puede pasar por capilaridad desde las hojas del libro, por las manos, hasta lo mas hondo de los sentíos. Para mi hay un antes y un después de Seda.
Poco a poco me fui bebiendo todo lo que pillaba de Baricco, y excepto City (que seguro que la culpa fue mia, no era el momento) todos me han deslumbrado, aunque no tanto como Seda. De hecho el último está en mi mesilla, Esta Historia, que estoy deseando acabar el que tengo entre manos para pillar ese y desmenuzarlo.
He visto en su página que tanto Beta como la casa del libro tienen el de Homero. Mañana, sin falta, cae.
No.... mañana voy al mar tempranito a ver la exposición de Rosa. El viernes, si Dios quiere, cae.
Lo que no impedirá, me gustaría, que no lo impidiera, que Driver nos obsequie con otro denso, transitable, intenso relato, que tan bienvenidos son siempre.

lluvia -

Gracias a ti, y a que en casa se ha respirado siempre musica más que aire, conozco a Sakamoto desde hace años, y, desde hace años, me fascina.

DRIVER -

Hablando de leer.
Hablando de simplicidad.
Os recomiendo encarecidamente, "Homero, Iliada", de Alessandro Baricco. Editorial Anagrama.

Resulta que ya casi nadie lee a los clásicos, entre otras razones porque hay versiones que después de unos siglos, se convierten en auténticos ladrillazos,y no hay quien se las lea.

Pero resulta que al mozo italiano se le ocurre reescribir un clásico para que sea asequible al sujeto o sujeta contemporáneo.

Para más inri, retrasmite por radio desde un teatro romano, la lectura del texto, de una tacada.

Y resulta que la gente se quedó en casa o en el coche hasta el final del texto. Escuchando.

Te preguntarás porqué. Yo tengo mi teoría, pero sería bonito que lo leyeras y comentaramos.

Sólo un apunte a modo de spot publicitario. Todo el mundo comprende que la belleza es agradable. Pero si miramos alrededor resulta que hay que buscar mucho para encontrarla.
La preguntita de marras sería: ¿ enmedio de guerras, desigualdades, destrucción y fealdad; podemos sacar algo de provecho?.
¿Dónde queda la gloria? ¿dónde la dignidad, el orgullo y la libertad?.

Si podemos con esa preguntita, podemos con todo.

Yo no tengo la respuesta, pero si leéis el libro tal vez, estemos más cerca de encontrarla.

En el peor de los casos, si no lo leéis, prometo regalarle a Toi un relato que lo resuma. Título: "Gloria".

Y cumplo lo que prometo.

ATENTAMENTE: DRIVER

Irene -

Hablando de leer, de música (en este caso blanca como el silecio), de viajar, de Japón : ¿conocéis "Seda", de A. Boricco? Es de hace algunos años. Yo la he leído hace unos días y me ha parecido una auténtica "joya". Es muy breve pero preciosa, tremendamente sugerente y conmovedora.

merl -

gracias toi por el mail de rosa, anoche mismo le escribí, para cuando pueda leerlo.y gracias también por este otro descubrimiento, el último tema con arpa tejedora, como dice irene, es el mejor de los tres para mi gusto, quizá por lo exótico del nuevo instrumento, pero pone la piel ge gallina.gracias otra vez por todo.un saludo.

Casta Niebla -

Decididamente la cultura japonesa es diferente. Desde su música, hasta su forma de ver la vida. Sobrevalorados o no, son sumamente interesantes. Creo que tienen cosas muy valorables y rescatables, como el saber darse sus tiempos para todos. Esa forma tan especial de vivir sin que los apure la vida, como ocurre con la forma de vida occidental que siempre está a mil por hora. En fin... también tienen cosas no tan lindas... pero, todos las tenemos.
Volviendo a la múscia, sea la de su cultura o la nuestra, saben como hacerla. Tienen un don especial para eso.
Bandas sonoras, Toi, de Dibujos Animados japonenes, coindido con la de La Visión de Escaflowne, es preciosa. No he visto Ghost in the Shell aunque la tengo en la pc para verla.
Si querés una interesante, buscá la de Saint Seiya (Caballeros de Zodíaco) las instrumentales, son preciosas y te hielan la sangre en algunos momentos. El dibujo es algo violento (creo que el "algo" está de más) pero la música que lo acompaña está muy bien hecha, puesta y elegida.
Si puedo, te paso algunas que me gustaron especialmente para que las escuches.
y... dejo para después mi comentario sobre la música de este señor que nos ocupa, que estoy en el trabajo y tengo bloqueada la web de youtube... que lo tiró de las patas. jejeje
De nuevo, GRANDE TOI!!!!!!!!!!

toi -

no solo te lo permito sino que te lo agradezco.
Leer, leer, leer, y después, leer, aunque sea por puro e indecente aprovechamiento de lo que los demás han sabido, sentido, visto, oido, y además, escrito. Pero como además ese "hurto" no solo no es indecente sino de lo mas morijerado, y debería ser obligatorio, pues rojo sobre verde, amapola sobre trigo, o blanco sobre azul, nubes sobre el mar, o, menos rebuscado, miel sobre hojuelas.
Y lo mismo del cine, y de la música, y de cualquier expresión y muestra de la belleza... todo eso, especialmente eso, enriquece y nos hace volar hacia el infinito.
Gracias Irene.

Tom -

Yo creo que lo japonés en general lo tenemos sobrevalorado :P pero me gusta la música del tipo este :)

Irene -

Todo un grande.
La interpretación en directo de Merry Xmas Mr. Lawrence con arpa china (nunca había visto ese instrumento "tejedor" de notas...) es fantástica.

Pulverizar tópicos e ideas preconcebidas (prejuicios), dices "viajando y conociendo gente de otros sitios". Yo añadiría, si me lo permites, y leyendo y escuchando música y viendo cine y otras artes y etc.