Venecia en tomavistas de super 8
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La verdad es que no le presto la misma atención a las fotos que a los vídeos.
La foto te permite, evocar, inventar, recrear, ensoñar.... el vídeo te lo da masticaito, y si es una película no queda mucho lugar para los recuerdos, porque en realidad te tienes que entregar a las intenciones del director.
Pero con las cámaras digitales sí que se puede hacer algo parecido a las fotos, porque cuando están mal hecho y tienen poca calidad técnica se parecen esos vídeos mucho a los antiguos de nuestros abuelos, con sus carísimos tomavistas (nombre que no deja lugar para la duda), aquellas películas que nos ponían con toda la preparación previa de colgar la pantalla, o el descuelgue de cuadros para despejar la pared del salón, y el montaje del proyector, el ambientazo de la luz apagada, y ese silencio solo acompañado por el traca traca de la bobina girando...
Era casi un acontecimiento familiar... el abuelo va a proyectarnos una película.
Pues si a los terribles vídeos de las actuales digitales les quitas el sonido el efecto es muy parecido. Incluso hay programas que le añaden las rayas verticales y el viñeteado de los auténticos super 8.
Cuando Marga y yo fuimos a Venecia en junio, además de unas dos mil fotos, de vez en cuando hacíamos cortitos flashes de vídeo. Y el otro día me pregunto mi santa que donde andaban, que le apetecía verlos. Y ni corto ni perezoso (sino largo y diligente) le monté esto que hoy os enseño.
Me gusta precisamente lo mal hechos que están... sacando virtud de los defectos, y además, me trae bonitas y recientes nostalgias.
28 comentarios
Driver to Irene -
Atentamente.
Irene to Driver -
Pd.- Espero que Toi no perdiera esa foto de vuestro viaje por Alaska, porque lo que encontré en Google más bien se parecía a una excavadora que a un camión.
TSA -
Casta Niebla -
Hermoso, de verdad bellisimo.
Me gusta la "chanson misteriosa de Debussy", que voz espectacular tiene la cantante, un voz madura, potente y con presencia... pero al mismo tiempo dulce!!! Y la versión a piano de Lakme, es bellísima.
Y están tan bien puestas con las imágenes!!! Que lindos los paisajes y verlos a ambos disfrutando de ese viaje. Tu Marga, siempre mira con naturalidad a la camarita, como si no la viera. Y me gusta la espontaneidad de acomodarse los lentes!!!!
Precioso, no más palabras, porque sobran.
toi -
Driver me sigue dejando con los pies colgando con sus extraordinarios relatos
Y a Irene y Casta, que me encanta oirlas charlar de camiones y de lo que sea
A Suso, agradecido por su piropo sobre mi ojo fotográfica, y por su blog.
y al anónimo, que gracias...
son cuatro temas, una chanson misteriosa de Debussy, un adagio de cuerdas de Carlos Fariñas, autor cubano que murió hace poco, en el 2002, tocado por la Camerata Romeu, orquesta de señoritas (sic) de La Habana, una versión a piano del duettino de Mallika de la ópera Lakme, de Leo Delibes, y el ya nombrado Philadelphia de Neil.
Anónimo -
Bastet -
Con tu permiso pego aquí lo que me has mandado, para que lo disfruten todos tus amigos del blog, al igual que yo.
http://youtube.com/watch?v=y7x5gNut1I8&mode=related&search
Arreglando cuentas con Toi -
En aquel barrio periférico de los madriles el paro azotaba al personal , así que entre los montones de la prensa escrita el más gordo era el del As y el del Marca. Fúrbol y más fúrbol , quespañavabien.
El Caja Madrid abría a las nueve, así que le daba tiempo de un cafelito.
_ Pelanas ponme un cortao.
_¿Quieres una porrita, Driver?.
_ Ponme tres, que tengo literatura para rato.
Driver se empolló el Segunda Mano. La sección de empleo era corta. Camareros, representantes y contactos sobre todo; de lo demás poquito, de lo demás poquito.
_ ¡ Que! ¿ Hay algo hermano?.
_ De folleteo lo que quieras, de curro poco.
_Es que no ten teras, contreras, quel curro está en el caribe.
_ Vale Pelenas, qué te doy.
_Nada Driver, cuando curres menvitas a un polvo de los buenos, questoy atrancao.
Driver se fué al Caja Madrid; sacó los veintemil duros que le quedaban, le ingresó a la vieja la mitad, y la otra mitad se los echó al bolsillo del vaquero.
Se acercó a la gasolinera donde curraba el Pupas. Allí estaba en su salsa; olor a gasofa, Michelín y tacómetro.
_ Oyes Pupas, busco curro en la carretera, sabes de algo?
_Acércate al Mercamadrí. Allí hay movimiento.
En el muelle doce estaban descargando un trailer de pescao.
Un camionero de cientocuarenta y tres kilos discutía con el de la carretilla mecánica.
_Tío a este paso no me descargas ni en Navidad.
_Es que este carretillo no engrana bien.
Sonó la sirena del bocata, y el del carretillo se fue a almorzar.
El gordo pegó una patada en el suelo, se acercó a la carretilla e intentó moverla.
Nada, no engranaba bien.
_Déjame a mí, le dijo Driver al gordo.
_ Y tú quién eres?
_Driver.
_A mí hablame en castellano.
_ Conductor. Busco trabajo.
_ Así, sí me entero.
Driver engranó primera, y la máquina ni respondió.
Así que metió segunda, subió las vueltas, soltó bruscamente el embrague, y el carretillo salío disparado.
_ No te pares, no te pares ahora, que la cagamos.
Driver descargó en la media hora del bocadillo el trailer entero. Al Gordo le firmaron los albaranes y le pagaron el porte.
_ Así que buscas trabajo.
_ Sí.
_¿Sabes idiomas?
_ Sí, algo.
_ Bueno, yo soy autónomo; esto no dá para mucho. El caso es que mi ayudante se cansó de la carretera y estoy solo. Tengo cuatro portes de fruta desde Valencia a Oslo. Si te vienes y cumplimos plazo, tienes cincuenta talegos por viaje, gastos incluídos. Si no cumplimos plazo, yo no pago la letra del camión, tu no cobras y la cagamos bien.
_ Vámonos
..
Aquel conductor de ciento cuarenta y tres kilos hablaba poco. La gente de Corral de Almaguer, su pueblo, le respetaba. Sí señor, el primero del pueblo en ver la Aurora Boreal, fotografiarla, hacerle una ampliación y ponerla en el casino, al lado del poster de la Marta Sánchez.
_ Juegan : son curvas con curvas.
Llegaron a Valencia. Les cargaron la fruta. Les dieron los albaranes azules para la frontera.Salieron echando leches por la A-7, camino de la Junquera.
Aquella posición en el Mundo era cómoda. Una cabina. Dieciséis toneladas en el culo. A la derecha el mar. A la izquierda la montaña.
Kilómetros y kilómetros.
De todas las cosas del mundo mundial, allí estaban algunas. La improvisación, la aventura, la incertidumbre y el poster de la Marta Sáchez.
Kilómetros y kilómetros.
Desde los fenicios hasta los Tercios de Flandes, aquellos habitantes de la piel de toro, habían recorrido la A-7 camino de la Junquera, con una mano delante y la otra detrás, con un legón lleno de aceite de oliva, para vendérselo a algún fulano del Norte y gastárselo luego en algún puerto del Sur.
Desde los romanos a la época del seiscientos, aquellos españolitos que habían atravesado los Pirineos se habían llevado un recuerdo de los bárbaros, ya sea en forma de honor y gloria en batallas perdidas y ganadas en los libros de Historia , ya sea construyendo apartamentos en Suiza , ya sea llenándose los ojos de curvas en alguna playa de La Costa Azul.
Y siempre igual, con algún Breda por medio, con algún Tratado por encima y con alguna Sylvie por debajo.
Kilómetros y kilómetros. ¿ Cuántos kilómetros cabían en los ojos de Driver?. Los mismos que millas náuticas cabían en los ojos de los fenicios; los mismos que lajas de piedra pavimentaban las calzadas romanas; los mismos kilómetros que hay entre Corral de Almaguer y Oslo.
Se deslizaba el Mediterráneo a mano derecha. Rápido.Eterno.
Aquellos eternos penachos blancos que coronaban las aguas habían visto pasar a tantos caminos del Norte, que sabedores que siempre volvían al Sur, ya ni les decían nada.
Se deslizaba eterno y rápido a mano derecha.
El Mediterráneo.
Al llegar a la frontera el lío estaba armado. La de Dios es Cristo.
Los gabachos habían cortado la autopista para protestar, en general por la política de libre comercio, y en particular porque el gordo se subía fruta a Oslo.
En la cafetería Mis tres hijos, a quinientos metros de la zona gabacha, se agolpaba la España de las Autonomías: un veinte toneladas con fresas de Huelva, un treinta toneladas con acero de Bilbao y las dieciséis toneladas del gordo de Corral con fruta de Valencia.
En la zona de la fraternité la igualité y la liberté, media docena de agricultores habían interpuesto sus tractores entre los fenicios y los bárbaros del norte.
El Ministerio del Interior de la Españavabien, había mandado un relaciones púbicas para decir aquello de señores no se preocupen ni se pongan nerviosos que esto está controlado.
La gendarmerí de la folí de la folí, había mandado al Teniente Gerard, que era el único que parlé an espagnol un pé.
Así y todo, nada y todo.
Las horas pasaban. La frontera no se abría y mi socio, el gordo , miraba el reloj con impaciencia.
_ Conductor, la vamos a cagar. No llegamos.
_ Lo sé.
Al cabo de tres horas la España de Las Autonomías había aumentado en número, tipos de transportes y cabreo.
La France de la folí de la folí , había augmenté en numeró, en agriculteurs cabrées y en berrerés en la autopisté.
En estos casos, y cuando la cosa se pone fea , suele aparecer un autre gendarme, de nombre Juan Fernández, que si bien es gabacho por el uniforme, espagnol por el nom, tiene todas las papeletas para que le den cuartelillo por todos lados. Y él lo sabía.
El representant du Ministere espagnol estaba tan aturdido como aquel día que una compañera del Ceu à Madrid le dijo lo de je suis trés content dàller me coucher avec toi, Manolo.
El Juan Fernández exprimía su cerebro para escaquearse, y no sabía cómo.
Así que llegado a este punto de la cuestíón, mi socio, el gordo, elevó su humanidad a lo alto de una mesa, y dirigiéndose al personal autonómico dijo:
Señores: que les dén a los gabachos, que les dén a la gendarmerí y que les dén al Ministerio del interior. Yo me voy a Oslo.
Yo me fuí trás él , nos subimos en el dieciséis toneladas y pusimos contacto.
Juan Fernandez, arrancó la moto de la gendarmerí, se dirigió al gordo y le dijo : Service de protection, encabezando la marcha.
Les agriculters de la folí de la folí se pusieron delante de la barricada, con un par.
Juan Fernandez, situado en ese ambiguo lugar que la vida le había deparado, se cogió la moté, y adelantádose al gordo, la situó a cién metros de la barricada.
El gordo arrancó.
La moté de la liberté y la igualité estaba allí, plantificadé en toda la mitad de la mité.
Juan Fernandez, como todo hijo de cristiano, tenía una doble hélice de ADN. Lo que no sabía él, ni los científicos, ni la madre que lo parió, era que en situaciones límite, la proteína 15.889 responsable de su pasado histórico, iba a mandarle una información especial : Passez, passez.
El gordo se puso el cinturón de seguridad, puso la reductora, que era mucha reductora, y avanzó hacia la barricada.
Juan Fernandez cogió el micro y le gritó al gordo : passez, passez.
Como no había mucho sitio que digamos el gordo pasó por encima de la moté que quedó reducida a chatarré con el consentimiento de Juan Fernádez, ex-gendarme de la folí de la folí.
Les agriculteurs, al ver que el camión del gordo no paraba y que había barrido la moté, empezaron a hacer cuentas sobre si sus tracteurs tenían le segur a toutes les riesgues.
Jean Le Duc, se cagó por la patilla y movió le tracteur.
El gordo vió el hueco, pegó un volantazo y se metío camino de Oslo.
La España de Las Autonomías, le siguió.
_ No te pares, no te pares ahora, que la cagamos.
- ¡Adelante con los faroles!
Atentamente. Driver para Toi agradeciéndole su sinceridad (you see?), y para el Sr. Anselmo Filípedes, rogándole que no me mande más órdenes de embargo a mis depauperadas cuentas corrintes. Relájate Filípedes!
Bastet -
A veces escucho voces, como en la película...
Bastet -
Es John Lenon, ¿no?
Ay por dió contéstamelo pronto, que me está entrando la paranoia ¡ya! ejejej
No tengo perdón de Dios, ¡con pérdida profunda de oido y Alzheimer a estas alturas jovenes de mi vida!
Esto me pasa por juntarme con gente blogera y de mala ralea, que dijo aquel...
Hoy estoy menos melancílica, pero no sé que es peor... :))
D. Anselmo Filípedes -
Dada la orden de búsqueda y captura que este individuo tiene en este término municipal, rogamos a cualquier navegante que tenga noticias sobre su paradero, o tenga alguna información de utilidad para su localización, se ponga en contacto con los servicios centrales.
Se gratificará.
D. Ansemo Filípedes.
Jefe de la policía municipal del Ayuntamiento de Madrid.
P.D.¿Seguro que han pagado ustedes el impuesto de circulación de sus vehículos?
Bastet -
Y con la canción final, ¡ya pa que contarte!, me quedé pa el arrastre, so canalla, vamos que no te quise ni escribir, ni hablar, ni ná de ná.
Es Neil Young, no? La he buscado entre mis discos pero no la encuentro y me cabe la duda.
En fin...el poder la música siempre. Y que no falte.
From: Casta Niebla. To: Driver -
Te cuento alguito de ella, via mail por intermedio de Toi, para que sea más sorpresa.
Gracias de nuevo.
Casta con sonrisa de complicidad.
Driver for Casta Niebla -
Por cierto, me gustaría escribirle algo a tu mamá, ya que entiendo que le gusta esta bitácora.
Para que me cueste menos trabajo, me gustaría saber algo de ella(nada personal, me conformo con una visión general de las cosas que le gustan).
Irene sólo me dió una pista: que le gustaba el sabor de la papaya fresca tomada en Iguazú, y no veas, busca la papaya, imagina cómo es Irene, adivina sus gustos, haz el relato y encomiéndate a la virgen.
Si sé algo de la persona a la que le hago el regalo, me resulta más fácil.
Atentamente. Driver llegando a Ucrania, con un frío de pelotas.
Casta Niebla -
Bueno, entiendo tu necesidad de anonimato... pero... EL MUNDO ES CHICO DRIVER...
Algún día voy a ver ese camión, y me voy a subir en él con Irene... y por favor... dejame tocar la bocina!!!!!!!!
Gracias por el cuento, genial.
Anónimo -
Anodado estoy con el clamor popular que levanta la obtención de imágenes de mi Volvo.
Razones de índole legal y de timidez, me impiden enseñárla.
Me explico: en la entrada de Toi El sonido de la lluvia, hay un relato titulado una milésima de segundo, donde narro los avatares que me ocurrieron el día de mi cumpleaños, donde tuve un problemilla con el Presidente de la Comunidad Autónoma de Madrid, D. Alberto Ruiz Gallardón. Desde entonces mi presencia en este mi pueblo , es calificada por las autoridades como non grata, lo que me obliga a repostar con gafas de sol y pagar con la visa de un amigo para no dejar pistas. Me consta que D. Anselmo Filípedes, jefe de la policía municipal de Madrid, me la tiene jurada desde aquel incidente, habiendo ofrecido una suntuosa gratificación a aquel agente que me trinque.
Elevada consulta legal a mi compadre el abogado Calero, me aconseja que no publique fotos de mi Volvo, pues cualquier pista que las autoridades pudieran obtener de mi identidad ( la matrícula, sin ir más lejos), pudieran dar al traste con aquello que más amo, mi libertad.
Dada la situación, mi abogado y amigo acaba su consejo legal con un claro y contundente.
Driver, no la enseñes.
Dado que esta circunstancia pueda producir desazón en sus sinceros y jocosos deseos de obtención de imágenes de mi poderoso Volvo, paso a compensarles con la narración de una leyenda urbana que estos días he oído por esas carreteras de Dios nuestro Señor.
¡BUEN DÍA!
He llegado al edificio donde vivo. Son las 23.45, o sea, las 21:45 solares.
Es curioso pero hay día _coincide que son aquellos en los que el agotamiento me domina_ en los que mi mente se escapa hacia los recuerdos; esos días veo una calle de mi ciudad, pero a la vez se me manifiesta la nítida imagen de la bicicleta de mi hermano pequeño, o la casa de un viejo amigo_.
Aparco el vehículo con el que discurre mi cotidianidad por la gran ciudad. Llegando al portal recojo el correo, tomo el ascensor y pulso distraído mi número.
Mientras el ascensor cumple su cometido, mi mente hace balance del día. Me duele la cabeza.
El ascensor se detiene. La luz de la escalera comunitaria no funciona. Busco afanosamente las llaves.
La puerta entreabierta. Aquí alguien ha cometido un fallo. Tendría que buscar un culpable, pero sin ganas ni fuerzas, mejor dejarlo.
La luz sigue sin funcionar.
Demasiado cansado para buscar las velas, me dirijo al dormitorio directamente. Me desnudo, sumergiéndome a oscuras en el mar de algodón.
María no llega. Trabaja demasiadas horas. Su contrato basura le obliga a llegar más tarde que yo. Esto empieza a afectar a nuestra relación.
Son las 00:30 oficiales, es decir, las 22:00 solares.
Es curioso, pero a veces, viajando en autobús o esperando en un hospital, ves la cara de un fulano que te resulta familiar, que se parece a un primo lejano, muy lejano.
Ruido de puerta. Viene María. No tengo ganas de hablar.
María se desnuda en silencio y a oscuras. Afortunadamente ella tampoco tiene ganas de hablar.
Hace tiempo que María y yo nos hemos alejado un poco. Antes hablábamos mucho y ahora nos vemos muy poco. La situación laboral va de mal en peor, nunca coincidimos y no tenemos tiempo para hacer casi nada juntos.
Alargo mi brazo y la estrecho dulcemente. Ella entiende mi mensaje.
En el silencio y la oscuridad de la noche, nuestros cuerpos se dejan caer por la ladera de la montaña de la pasión. Los caballos corren veloces y en silencio. Se cumple el tópico de sobran las palabras, más por cansancio que por convencimiento.
Tras la batalla el silencio.
Amanece en la gran ciudad. Los primeros rayos de sol se dejan entrever en un rincón. La preocupación laboral me despierta. Al incorporarme estiro la espalda. Me levanto en la penumbra y subo la persiana.
Aquella no es mi casa y aquel no es mi dormitorio , luego aquel cuerpo no es el de María.
Son las 7:45, las 5:45 solares. Debería tomar una decisión urgente sobre el tipo de vida que practico, pero
De momento voy a salir de aquí de la forma más rápida y silenciosa que pueda.
Atentamente. Driver para Casta Niebla e Irene. Con cariño.
Para Irene, de Casta Niebla -
(y para ponerle la cuota Argentina, que sea Fangio XXI) jajaja
A Casta Niebla de Irene (a nuestra bola) -
Para Irene. De Casta Niebla -
Para Casta Niebla. Irene -
Irene -
Y cuánta Belleza hay en las dos.
Casta Niebla -
Y lo peor, que estoy segurísima que está genial y es bello, por sobretodo.
En fin, ya lo veré cuando llegue a casa.
Ah... por si no se leyó mi comentario dos o tres entradas atrás... ME GUSTARÍA UNA FOTO DEL CAMNION DE DRIVEEEEEEEEEEER.
Grande Toi, always.
Driver calladito -
Este vídéo me lo muestra claramente.
O es o no es.
Y sí, este lo es.
Vidéo bello que encierra belleza eterna.
Atentamente. Driver calladito.
suso -
toi -
no se porqué no se usa mas en el cine
seguro que hay una razón
pero a mi me encantan
y me encanta que te encante
gracias Jesús
Lord Toi -
Ese paquete Roma-Florencia caerá ya mismo, y comentamos.
Jesús Beades -
Lord Scutum -
De nuevo me ha fascinado tu entrada de hoy, algo que ya empieza a ser habitual...
Lo que has montado tiene el encanto de la captura fugaz,viva, de videocámara enaltecida...Se narra pero sin narrar, a modo de trallazo inconcluso, pero absolutamente descriptivo, y no es por lo que cuentas , sino por lo que has conseguido evocarme.No conozco Venecia , hice el paquete Roma-Florencia, pero la cercania de tu video artesano me ha servido para estar allí contigo y con Marga, a gustito,riéndome con los dos y envuelto por esa Venecia destinada a vivir más que los tres,del Oeste al Este sentía hasta la brisa del viento...
Ha sido como encontrar uno de esos cuadernos de pastas viejas que escribía en verano cerca del mercado de Barbate,porque esperaba inspiración con olorcito matinal de los puestos de pescao, la frutería...( las cuarteladas tenían para mí su encanto) pero entonces no tenía videocámara, y capturaba en mi cuaderno todos esos-para mí-hallazgos.
Me apunto lo de la videocámara, se parace a ése género que tanto me gusta de los cuentos, en los cuales todos los fragmentos se condensan en algo más que tres, cuatro o dieciséis páginas de una historia...Fabuloso Toi