Me encantaría ser amigo de este tío
de siempre...
El Sevilla es genial.
Gracioso pa reventá.
y además, no usa esa gracia tan de mi pueblo de destrozar a los demás.
No le hace falta.
Excepto en este vídeo, pero es que no le asiste razón.
Le sobra una poquita de sal gorda, y, pa mi, una poquita de espesura en su leonina melena, pero esas tontás son una parida comparado con su grandeza.
El audio no tiene desperdicio. Fue en La Jungla, de Cadena 100.
Queridos niños, queridas niñas, os presento a don Miguel Ángel Rodriguez Jiménez, repartiendo una poquita de estopa, a quien se la merece:
8 comentarios
Reailia -
Con frecuencia el insulto se refiere a la sexualidad, a los progenitores o a las capacidades mentales de la persona a quien se dirige el insulto. Fuente wikipedia.
No se si al Sr Jorge Javier le ha ofendido o no lo que decía El Sevilla, pero lo que tengo claro es que El Sevilla en ningún momento tuvo la intención de halagarle.
Otra cosa todavía de más mal gusto es utilizar la tendencia sexual como refuerzo en un intento de hablar mal de alguien. ¿O quizás me equivoco y cuando le llama mariquita lo hace con ánimo descriptivo y como mera información y por supuesto sin ningna intención despectiva......?
Para mi siempre que hay desprecio, hay insulto. Por mucho que la persona a la que nos refiramos se lo merezca.
Pero un insulto es un insulto y dos una redundancia.
Bastet -
Para poner en su sitio a alguien no hace falta llamarle mariquita mala. Me parece de muy mal gusto, aparte de barato y gratuito.
Independientemente de que a mi me sobren ese tipo de programas televisivos en los que aparte de no decir nada bueno de nadie, se chillan intensamente los unos a otros.
Me resultan tan insoportables esa gente como el Sevilla con ese tonito de voz que emplea, tan barriobajero, es que me chirría en los oidos vamos. Me recuerda a los famosos omaitas de los morancos. Es que no me va, me echa para atrás directamente, no puedorrrr, no puedorrrr, no puedorrrr soportarlo. ¡Jarl!
Por cierto, buen Bomingo, observo que estamos on line.
toi -
Tampoco veo el insulto. Llamarle mariquita mala a ese bicho es lo más suave que se le puede decir. Yo tengo otro concepto del insulto; es zaherir gratuitamente, injustamente, con ánimo de humillar, de ensuciar. El Sevilla, con esa voz que parece que no para de decir barbaridades, cuando lo que dice son genialidades, solo coloca en su pozo de mierda a ese tío tan extraordinariamente perverso y de tan mala baba, que ha llenado de fango varios años de esa opereta madrileña que llaman el famoseo: la nada.
Otro, muy otro tenma es el porqué hay un segmento de la raza humana que presta oidos a esa basura, generando tanto negocio... ellos cocinan la porquería y ellos la dan de comer. Al que quiera asistir al asqueroso banquete.
Esta entrada solo ha sido un apoyo a alguien que por fin dice clarito (SIN INSULTAR) lo que es ese putrefacto mundo. Si además, inevitablemente el Sevilla nos hace reir, mejor, pero no era esa la primera intención.
Bastet -
Pero...de verdad a ti esto te parece humor?. Apenas he podido soportar oir el video un minuto y medio. Me parece burdo, soez, zafio y cateto.
Vamos que no le veo la gracia. Sorry.
Reailia -
No me parece una justificación que el insultado sea una persona que con anterioridad lo haya hecho a su vez. Eso es sólo "rebajarse a su altura".
Intentar hacer gracia insultando a los demas me parece de lo más patético del mundo mundial.
En resumen: no me gusta, no me gusta y no me gusta.
El Sevilla, por lo poco que le he visto me parece buena gente y tiene la originalidad suficiente para haberse creado un personaje. lo de la inteligencia por encima de la media o directamente no es verdad, o ser más inteligente no te evita caer en la zafiedad o aun siendo inteligente "te vas hacia el lado oscuro" de los que han de recurrir al fácil recurso del insulto para manifestar o que no les gusta.
A mi, esto, no me gusta y no me hace gracia. Pero sólo es mi opinión.
Sil -
¿Sal gorda? Si, pero la sal gorda es un ingrediente legítimo que de vez en cuando es preferible a la fina para resaltar la naturaleza de lo que se habla, y lo que inspira.
Gente -
silvioh -